Cuando se combinan “algos” para justificar lo in-necesario.
O quizás, cuando se combina lo “in-necesario” para justificar algo.
Nadie puede no permitirte nada.
La vida es un vaso casi vació o casi lleno.
Lo que construyamos, ebrupticidad tendrán.
Lo que nos mantiene vivxs ya no consiste
en la esperanza,
sino en necesitar calor.
Muchos de los que predicen morir no llegan a la praxis de tal,
es muy difícil no ser consecuente con la muerte.
Hablar de ella tan fácilmente encriptada,
pero tan fácilmente, al final.
Por eso los poquísimos lobos que quedan,
que desvarajan el orden de los factores para constatar un sepulcro,
se van directo a la tierra de la vida escondida.
Porque aquel lugar es gloria,
y puede serlo,
puede serlo y puede ser
cualquier otro lugar, menos éste.
Y nosotros trasmundanos
aún retenemos el prostituido “enigma”
del futuro en un péndulo a la deriva.
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