Era en cada segundo, o en cada cierta porción de segundos.
Una sensación fugazmente
voluble.
Descontrol!
Eso era.
No había exactitud,
ni en palabras,
ni en movimiento,
ni en pensamiento.
Era un sueño inconcreto.
Y ellos no notaban que lo era en realidad.
Sólo cocinaban chaufa.
Chau y fa!
Las todas que era,
intentó hacer malabares con naranjas y limones.
Nada de eso funcionó…
Hasta que se calló el sillao,
y le dije a Regina,
un monólogo imaginativo que paso por mi cabeza.
Sólo una suposición
pero que en realidad paso por mi cabeza.
Ella, en su posición,
no entendió, y desconcertada quedó.
Rió, para evadir el aturdimiento.
Las todas que era, caminaban y corrían
de un lugar a otro.
¿Qué hacia ahí, en forma de interrogante?
Iba al inodoro, luego cantaba y se maldecía.
El otro analizaba pero aún seguía
fuera de órbita de tal sincronización abstracta de zeros.
Reían y no entendían nada.
Una de todas, si entendía todo, y se reía para sí,
de la estupidez del ambiente.
(Así son normalmente…Esto suele pasar)
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